Propuesta de experimento

Tengo aquí en la manga nada menos que... un plan universal de libertad.

Y lo mejor es que tú también lo tienes en tu manga, y todo el mundo. Si yo soy consciente de ella y otras personas no lo son, no es porque yo sea "mejor persona", "más sensible", etc. Dejémonos de etiquetas y definiciones estáticas; el ser humano es lo más dinámico que hay. Somos agua (70%), luz, energía. Si yo soy consciente de ese poder/responsabilidad/oportunidad/regalo o como lo quieras llamar, que es la de cambiar el mundo, ponerlo patas arriba, empezando por nuestro interior, no es porque haya recibido una iluminación ni porque me haya tocado un dedo divino. Es simplemente porque se han dado en mí 2 ó 3 circunstancias críticas que resultaban incompatibles con el hecho de seguir llevando una vida que se base en el conformismo o en posturas inmovilistas sobre nuestra naturaleza. Entre esas circunstancias críticas, hay unas condiciones cognitivas determinadas, pero sobre todo hay unos agujeros gordos y profundos que la realidad practicó en mi burbuja y que a mí, como a muchas otras personas, nos han dado la capacidad para ver a través de los muros que nos pone la cultura, la información, el conformismo.

Probablemente, todos tenemos algún aspecto de la vida personal al que no nos atrevemos -o no hemos podido hasta la fecha- lanzar una mirada frontal y crítica. Yo también los tengo. Bueno, yo aquí propongo que nos enfrentemos a uno de esos aspectos: el de enfrentarnos a una pregunta como "¿qué necesito y cómo puedo conseguirlo?", muy amplia y general, pero la cual muchas veces olvidamos, demasiado pendientes de atender a otras cosas más particulares, complejas e impuestas desde fuera.

Cuántas veces no habremos oído frases como: "somos malos, no lo podemos evitar". ¡Venga, hombre! Dejémonos de excusas. El mundo es como nosotros seamos, como yo sea. Si yo soy violento, egoísta o competitivo, el mundo es violento. Si tengo miedo, el mundo es un lugar aterrador. Si soy cooperativo, me conecto a lxs demás y me quito las máscaras, el mundo resulta mucho más acogedor. Si decido ser libre, el mundo se vuelve un lugar transitable. Desde luego no el planeta entero, pero sí mi entorno. Y, ¿no es el cosmos una suma de muchos entornos?
Se nos han acabado las excusas para no crear hoy mismo una isla de armonía y libertad a nuestro alrededor. Creemos islas, y vayamos conectándolas con las del vecino. Dejaremos de pensar que la realidad no se puede cambiar.
Es otra forma de decir que hay que crear karma positivo en el cosmos.

Todo el que tenga una conciencia, por muy atrofiada y herrumbrosa, por muy poco que la haya usado últimamente y muy cubierta de polvo que la tenga, tiene la oportunidad de empezar hoy mismo a transmitir energía positiva/amor/salud/néctar divino/bienestar (como prefiera llamarlo cada uno) a su alrededor y dejar de causar sufrimiento. ¿Cuándo? Ahora mismo. ¿Por qué? Por el mero hecho de tener una conciencia, allá, en algún lugar del armario o bajo una montaña de cosas culturalmente complejas y obligaciones creadas.

A lo mejor tú no estás de acuerdo en esto de que todo ser humano tiende por naturaleza a la armonía y la libertad. Me parece muy bien. Eso no te impide unirte a mi plan. Si vivimos como si nos lo creyéramos, se cumple. A lo mejor, si me preguntan si me considero libre, contesto que no. Pero si, a pesar de ello, vivo como si fuese libre, empiezo a serlo. Así somos, seres contradictorios, tremendamente simples y a la vez complejos, y somos depositarios- precisamente debido a esa complejidad- de poderes mucho más espectaculares que llegar a la Luna o destruir la Tierra.

Si queremos, podemos seguir pensando que la vida es un valle de lágrimas. Nos las colarán todas a pares.  O podemos pensar que este mundo puede ser habitable, independientemente de lo que haya más allá de él. Aquí no hay distinción entre cristianos, budistas, taoístas, musulmanes, animistas ni ateos. Estoy hablando a un nivel de complejidad y elaboración cultural mucho más bajo que aquel en el que se da la supuesta ruptura entre distintas religiones y filosofías.

¿A cuál de las siguientes actividades prefieres dedicar tu tiempo y tu energía?
* Dejarte el tiempo, la energía y hasta la salud, desatendiendo tus necesidades reales (físicas, espirituales, sociales, intelectuales, etc.) para responder a las exigencias culturalmente elaboradas e impuestas sin crítica (esto me parece más "sobrevivir" que "vivir" y además es un modo de vida que no sólo hace sufrir al que lo practica sino que se suele apoyar en la explotación de otros).

* Rebelarte contra lo del punto anterior enfrentándote a las personas que causan sufrimiento o nos alejan de una vida en conexión con nuestras verdaderas necesidades (esto exige un esfuerzo ímprobo, a veces tremendos sacrificios, y en el remoto caso de revertir la situación, lo conseguido se puede perder al cabo de un cierto tiempo...) Esta vía se ha intendado tanto por la fuerza (revoluciones armadas) como mediante el uso de la razón. Si es este último medio, sí me apunto. Pero también lo veo muy difícil.

* Entablar una conversación con las personas cuyas acciones causan sufrimiento y ponen barreras entre nosotros y la armonía, entre nosotros y la atención de nuestras verdaderas necesidades. En esa conversación, averiguar, a través de preguntas bien dirigidas (podemos emplear el método socrático) si realmente quieren hacer eso que están haciendo -y que genera sufrimiento y barreras-, si lo han elegido libremente o si, por el contrario, lo hacen bajo los efectos del miedo, la codicia, la compulsión, el odio... (las distintas formas que toma un mismo fenómeno, que está en la raíz del todo el mal: la falta de libertad).
A lo mejor, si hacemos el experimento nos llevamos más de una sorpresa.

Yo quiero probar esta última vía. Conozco demasiado bien las dos anteriores y no quiero dedicarles más tiempo ni energía.
Pero hay una muy importante antes de empezar: ¿a quiénes consideramos "los que causan sufrimiento y barreras?" Es importante definir esa "población objeto" de nuestro experimento. ¿A quiénes metemos y a quiénes no? ¿Sólo a los que han hecho algo muy gordo? ¿No nos metemos nosotros?
Yo sí me meto. Ya que me pongo con este experimento, no quiero hacerlo a medias. He causado sufrimiento; la cuantificación de si ha sido mucho o poco el sufrimiento que he causado no es relevante para este experimento. Si he matado a una hormiga, me incluyo como objeto de mi propio experimento. Introspección. Me autoformulo las mismas preguntas que le hago a las otras personas que se someten al experimento: "¿qué necesitas?" "¿cuáles son tus necesidades reales (.....) ?" "¿las tienes atendidas?" "¿qué puedes hacer para tenerlas mejor atendidas?"
Entre las respuestas que me doy, hay algunas que quizá me sorprenden a mí mismo:
"tal cosa no es para mí una necesidad real, y estaba causando malestar o sufrimiento, ya sea a mí o a otros seres".
   (ejemplos: 1. productos de la explotación de personas, animales o del planeta; 2. actitudes como juzgar a los demás o clasificar a las personas en categorías según criterios morales o de méritos, capacidades, posesiones, status, nacionalidad o cualquier otro criterio de distinción; 3. afán por autocriticarme, ocuparme en pensamientos de rumiación del pasado o afanes de control del futuro, perdiéndome el momento actual).

Sigue la entrevista:
"Muy bien. Entonces, ¿qué vas a hacer con esa cosa si ya no la necesitas?"
"Desprenderme de ella".
"Dicho así, suena muy duro.¿Se te ocurre una forma más precisa de decirlo?"
"mmm.... Sí: liberarme de esa cosa que no necesito y que causa sufrimiento".

Y así sucesivamente...

-- El intercambio de comprensión y compañía (empatía) es una fuerza muy desconocida pero que puede cambiar las cosas radicalmente. No quiero desaprovecharla. En este apartado, recomiendo las ideas de Marshall Rosenberg.

-- Algo a tener en cuenta a la hora de realizar la entrevista es precisamente lo de liberarnos del afán por querer corregir o juzgar a nuestro interlocutor. Es una tentación que se convierte en barrera. A lo mejor me es muy difícil aplicar eso de no juzgar a los demás durante todo el día, pero al menos lo voy a intentar durante el tiempo que dura este experimento. Además, da una gran sensación de alivio.

-- También conviene librarnos de los logos y etiquetas.  Refugiarme tras elementos que me identifican con grupos formados por personas que piensan como yo es otra tentación, pero creo que conviene más darme a ella en privado (dibujando, reuniéndome con gente que me va a dar empatía, etc)

Lo sé, estoy remitiéndome a cosas muy básicas, muy "radicales" en cuanto a que están en la raíz. Estoy en el cogollo de todo. ¿Suena a ingenuidad, a utopía? Lo es. He probado la "sensatez", la "madurez" durante mucho tiempo, llegando a la conclusión de que eso (al menos para mí) no era tanto "vivir" como "sobrevivir". Y ahí fuera había una vida  que no quería desaprovechar.

Mi propuesta, que se puede llamar "propuesta de paz mundial", "propuesta de libertad del Ser", etc, se puede aplicar en cualquier momento y en cualquier lugar.

- Cosas que no implica este experimento (aunque pueda parecerlo, y me parece lógico que lo pueda parecer):

* "Salgamos a la calle desnudos y quedémonos quietos, confiando en que todo el mundo, desde el primer momento, nos va a tratar bien."
     No estoy diciendo eso. La amenaza a nuestra vida e integridad existe, es real. Vamos a desmontar la violencia desde sus raíces más profundas, pero mientras tenemos que cuidar nuestra integridad y huir o defendernos -depende del caso- cuando ésta esté en peligro.

* (no me acuerdo ahora ;) luego sigo escribiendo

Básicamente es eso.
Seguramente ya lo has aplicado en mayor o menor medida, llamándolo de esta forma o de otra.
Lo que propongo es que nos pongamos en comunicación y compartamos estrategias y formatos concretos para llevar esto a la práctica en nuestro entorno (por ej. taller, libro, blog, etc.), ya sea en grupo o cada uno por su cuenta, e ir contándonos las respectivas experiencias.

Unxs amigxs y yo hemos montado este blog para compartir experiencias, reflexiones e investigación:
www.brujasdetasmania.blog.com


Mucha salud y armonía!

Kirín